Para quienes viven fuera de la ciudad de Barquisimeto trasladarse hasta el hospital Antonio María Pineda es una odisea, principalmente por las dificultades en el suministro de combustible.
En el municipio Torres, el hospital Pastor Oropeza tiene un déficit de personal del 70 %, a lo que se suman las fallas en infraestructura que tienen años deterioradas.
En la zona de Bobare, al oeste de la ciudad de Barquisimeto, los habitantes se quejan porque el ambulatorio tiene fallas eléctricas, no hay médicos ni insumos para emergencias.
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Hace unas semanas el personal que labora en el hospital de Sarare tomo las calles protestando por mejoras salariales y exigir una ruta hospitalaria, pues muchas enfermeras deben caminar hasta sus lugares de trabajo por la falta de transporte.
Todas estas denuncias que hace el pueblo es para acompañar a la protesta activa que mantiene el sector salud, cuya decadencia va creciendo ante la indiferencia de las autoridades