Aplicaciones móviles como FaceApp han retado a la seguridad digital, ya que los datos recabados podrían ser usados en un futuro para ser vendidos a empresas privadas o gobiernos con el fin de vigilar a los usuarios masiva y biométricamente. “El simple hecho de tener los rostros de las personas y que se pueda asociar a un correo o a una dirección MAC de un teléfono es alarmante. Los usuarios no conocen los alcances de estas acciones”, aseguró el experto en protección virtual, Adolfo “Fito” Baptista.
El también miembro de Fundaredes informó que el negocio de los datos será uno de los mejores dentro de cinco a 10 años, por lo que las personas no le prestan atención a los términos y condiciones cuando descargan este tipo de aplicaciones. “El contrato de las normas que el usuario autoriza cuando descarga la aplicación no se actualiza desde hace dos años. Tampoco están lo suficientemente claras ni se encuentran apegadas al nuevo reglamento de protección de datos de la Unión Europea, por lo que no se sabe que datos se van a compartir con está aplicación”, afirmó Baptista.