Andrea Suárez, una mujer venezolana que fue víctima de secuestro, logró sobrevivir a un disparo en la cara que le propinó uno de sus captores, al cual sobrevivió y cuya historia contó a través de las redes sociales.
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La mujer relata que pidió dinero prestado a un amigo para cancelar el costo de la denominada “caja CLAP”, y este accedió a facilitarle la suma con la condición que se dirigiese al lugar donde él estaba. Afirma Andrea que al llegar al sitio “sintió una vibra muy extraña”.
Cuenta Andrea que al llegar al sitio donde la citaría el amigo fue vista de forma muy extraña por los vecinos del lugar. “Es como si ellos supiesen lo que iba a pasar, pero en ese momento no le presté atención. Luego lo llamo (al amigo) porque no tenía nada de dinero para regresar y él tenía el teléfono apagado”.
Según lo reseñado por el diario argentino La Nación, Andrea recorrió el lugar para ubicar al sujeto, y tras varios minutos es abordada por dos personas que confirman su identidad, y estas le indican que “alguien la está esperando” en lo que ella denomina como una zona con “ranchos”.
“Entré a la casa. Una persona me agarró y me puso un trapo en la boca con formol. Me estaba asfixiando y otro hombre me apuntó con un arma. ‘Te vas a morir’, gritaba”, dijo Andrea. Luego de ser herida de bala y abusada, cuenta la mujer que llegó el sujeto al que pidió dinero prestado.
Suárez indica que fue secuestrada por dos hombres en un lugar que no se detalla en los videos. La mujer asevera en los clips que durante el secuestro fue abusada sexualmente. Uno de los sujetos, su amigo según afirma, le propinaría el tiro tras llevarla a una zona montañosa.
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“Él disparó me entró por la nariz y me salió detrás de la oreja. La bala me empujó. Caí. Me quedé inmóvil no sé por cuánto tiempo. ‘Se murió, la matamos’, escuché”, relata la mujer en los videos.
Tras un segundo intento para dispararle, y luego de que se trabara el arma, los individuos la empujaron por la montaña para que rodara tras asumir que estaba muerta. Al cabo de unas horas, y después de dormir por varias horas, logró ser auxiliada por una señora al llegar a la casa de esta última, quien llamó a la policía.
“Tengo la mitad de la cara reconstruida. No tengo ningún hueso en la mitad de la cara, tengo una barra de titanio para reconstruir la mandíbula, me pusieron 11 tornillos. La cara se me partió en cuatro pedazos”, cuenta la sobreviviente en los videos.
Andrea evitó decir quién intentó asesinarla debido al peligro que se exponía al revelar esa información. Es ahora que, con terapias y tras una operación reconstructiva, puede contar ese episodio.
“Todo el mundo pensaba que yo estaba muerta. Las personas me veían como si fuera un bicho raro. (…) Yo tenía una sonrisa tan bella, todavía estoy en esa lucha. Todavía sueño que un cirujano vea mis videos y me pueda operar la cara”, asiente.
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