Luego de la reunión el pasado miércoles en la Casa Blanca entre el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y el mandatario estadounidense Joe Biden, el gobierno de Rusia acusó a los Estados Unidos (EE.UU.) de estar librando una “guerra indirecta” contra su nación.
En la visita de Zelenski a la ciudad de Washington, el gobierno de EE.UU. anunció el apoyo de 1.800 millones de dólares para contribuir con la delicada situación que apremia al país ucraniano tras los constantes ataques y bombardeos del gobierno liderado por Vladimir Putin.
Además, el gobierno de Biden confirmó “la primera transferencia a Ucrania del sistema Patriot de defensa antiaérea y antimisiles, capaz de derribar misiles de crucero, misiles balísticos de corto alcance y aviones con un techo significativamente más alto que los sistemas de defensa antiaérea suministrados anteriormente”.
Todo esto parece haber enfurecido al gobierno ruso y se espera una drástica respuesta militar en territorio ucraniano, luego de las fuertes palabras que tuvo este jueves el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
“Vemos que, de hecho, Estados Unidos y otros países siguen el camino de ampliar constantemente el alcance y elevar el nivel técnico de las armas que suministran a Ucrania. Esto no contribuye a un rápido arreglo de la situación, sino todo lo contrario. Esto lleva a que, por desgracia, el sufrimiento del pueblo ucraniano se prolongue más de lo que podría”, sentenció Peskov.
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