A poco más de dos meses del intento de golpe de Estado al Ejecutivo llevado a cargo por el para entonces presidente de Perú, Pedro Castillo, la crisis política (que abarca lo social) se agudiza en esa nación.
La presidenta interina Dina Boluarte ha tenido que hacer frente a violentas protestas en varias regiones de Perú. Desde seguidores hasta líderes de movimientos sociales de izquierda se rehusan a acatar la Constitución y esperar el plazo para la realización de nuevas elecciones, exigen la renuncia inmediata de la mandataria.
La cifra de fallecidos por los enfrentamientos con las fuerzas del orden aumentó en días recientes a 49. Las manifestaciones abarcan 33 de las 195 provincias, según datos de la Defensoría del Pueblo, lo que equivale a 16,9% del territorio.
Dina Boluarte no entregará la renuncia
En medio de todo el caos, la presidenta peruana Dina Boluarte aclaró que no entregará la renuncia y llamó a los violentos a que paren los destrozos.
«No voy a renunciar. Mi compromiso es con el Perú y no con ese grupo minúsculo que está haciendo sangrar a la patria»
En un mensaje a la nación, la abogada y política de 60 años también expresó su pesar por la muerte de ciudadanos en los actos de protesta: «Pido perdón por esta situación y por lo que no se haya dejado de hacer para evitar estos acontecimientos trágicos».
Llamó también a la población a «no escuchar» a los grupos seguidores del detenido Pedro Castillo, que los «llevan a las marchas con engaños y mentiras».
Se esperan nuevas protestas esta semana al sur de Perú, con focos más acentuados en regiones como Cuzco, Apurímac, Madre de Dios, Puno, Arequipa y Tacna.
