Tras la entrada en vigencia de la ley SB 1718 contra la migración ilegal en Florida, promulgada por el gobernador de ese estado Ron DeSantis, decenas de trabajadores, líderes religiosos e incluso familias migrantes protestaron este sábado en el ayuntamiento de Homestead, Miami.
La SB 1718 aumentó la preocupación de diferentes sectores que alegan estaría fomentando la discriminación desde mucho antes de empezar a regir, por lo que piden ser escuchados y que cese la exclusión de género, clase y raza que se ha generado a través de ella.
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Con lemas de “el pueblo unido jamás será vencido”, pancartas con frases como “USA: país de inmigrantes” y banderas de diferentes países, los migrantes que hacen vida en Florida salieron a las calles a manifestar su molestia contra la ley.
A su vez, los protestantes aseguran que la SB 1718 hará la vida más difícil para los más de 700.000 inmigrantes indocumentados en el estado de Florida, así como para muchos residentes autorizados que les dan trabajo.
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