La declaración final de la XIII cumbre luso-brasileña celebrada este sábado en Lisboa incluye una condena conjunta a la invasión rusa sobre Ucrania y subraya la necesidad de promover una “paz justa y duradera”.
El texto sostiene que ambos jefes de Gobierno, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, y el luso António Costa, “deploran la violación de la integridad territorial de Ucrania por Rusia y la anexión de partes de su territorio como violaciones de derecho internacional”.
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Lamentaron también la “pérdida de vidas humanas y la destrucción de la infraestructura civil, así como el inmenso sufrimiento humano y el agravamiento de la vulnerabilidad de la economía mundial causados por la guerra”.
El brasileño apuesta por buscar un diálogo de paz involucrando a países de confianza de los actores del conflicto, siendo una visión que contrasta con la del presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, para quien la salida a la guerra pasa por la retirada de Rusia y el derecho de defensa de Ucrania.
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