Decenas de miles de personas continúan saliendo a las calles de Rangún, en Birmania, para protestar contra la recién instaurada junta militar en el país, y a pesar de las fuertes represiones que realizan los militares contra ellos.
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Según información de la AFP, los ciudadanos se dirigían al centro de la ciudad para solicitar a la junta militar que devuelva el poder a la democracia del país y libere a la líder electa Aung San Suu Kyi.
“Hoy, tenemos que luchar hasta el final, mostrar nuestra unidad y nuestra fuerza para poner fin al régimen militar. La gente debe salir a la calle”, declaró un estudiante a la AFP.
Este miércoles se registraron varias barricadas en la ciudad para impedir el paso de los militares, las cuales funcionaron también para impedir que las personas fueran a sus trabajos como otra forma de protesta.
La ONU ha expresado su preocupación ante un posible recrudecimiento de las manifestaciones en Birmania, las cuales podrían ir escalando de no conseguir un acuerdo.
