El Gobierno de Colombia suspendió el cese al fuego bilateral con el Estado Mayor Central (EMC), una de las disidencias de la antigua guerrilla de las FARC, luego del asesinato de cuatro indígenas menores de edad que intentaron escapar tras ser reclutados a la fuerza por el Frente Carolina Ramírez.
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Asimismo, ordenó reactivar las operaciones militares en gran parte del país neogranadino contra ese grupo armado integrado por antiguos miembros de las disidencias FARC, que no firmaron el acuerdo de paz de 2016.
«Se informa que el cese bilateral que había actualmente con este grupo armado en los departamentos del Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo se suspende y reactivan todas las operaciones ofensivas. La decisión se hará efectiva en las próximas 72 horas», dijo un comunicado del Gobierno.
Esta decisión supone una nueva “frustración” en su intención de alcanzar la “paz total” a través de acuerdos de rendición para poner fin al conflicto interno que la nación atraviesa desde hace casi seis décadas, de acuerdo con lo reseñado por Reuters.
El Gobierno advirtió que si el cese al fuego bilateral “no es efectivo en determinados territorios para proteger la vida y la integridad de toda la población, no tiene sentido persistir el ello».
Añadió que el cese de hostilidades con el EMC continuará vigente en otras zonas del país, así como la voluntad de iniciar diálogos de paz.
Ante esto, el EMC respondió: «El supuesto Gobierno del cambio, el cual no se ha visto más que en discursos y promesas, sigue en el continuismo», dijo un comunicado del EMC.
Hasta la fecha, Petro ha anunciado ceses bilaterales con el EMC, el Clan del Golfo, así como la banda criminal Autodefensas de la Sierra Nevada y la Segunda Marquetalia, otra disidencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
