Al menos 50 personas fueron enterradas en fosas comunes y sin ningún familiar en la localidad de Ohaji-Egbema, en el sureste de Nigeria, luego que sus cuerpos permanecieran varios días sin reclamar tras morir por la explosión de una refinería ilegal de petróleo.
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“La mayoría de los cuerpos que hay aquí no pueden identificarse”, dijo Marcel Amadioha, responsable del gobierno de la zona donde operaba la refinería.
Amadioha detalló que los cuerpos de las 110 personas que murieron en la explosión estaban empezando a descomponerse, por lo que tomaron la decisión de enterrarlos al no ser reconocidos por las quemadas.
La explosión fue provocada por un incendio en la instalación clandestina, escondida en el bosque de Ohaji-Egbema.
“Poco después de la explosión llegó gente desde lugares lejanos para ver si podían encontrar los cuerpos de sus seres queridos”, dijo Amadioha.
