(Caracas, 19 de mayo de 2016).- La advertencia de adoptar en Venezuela el Estado de Conmoción, recién esgrimida por el titular de Miraflores, lo que ha causado en los venezolanos es estupor: en medio de las gigantescas colas por alimentos y medicinas, consideran que no puede haber peor enemigo interno que el hambre y la miseria, entre el rosario de problemas que afectan a la nación.
“Nicolás Maduro inventa una guerra que ya perdió. Esa es otra vil burla al pueblo. El presidente está loco”, es lo que responde la Sra. Betsabeth Verdún al ser consultada sobre el tema por el equipo de Reporte Unidad, mientras esperaba adquirir “lo que fuera” en un supermercado de la avenida Fuerzas Armadas.
“Él dice tales cosas porque no hace cola, no sale a ver qué es lo que está pasando en este país, que cada vez está más destruido, donde roban y roban y siguen robando. La supuesta intervención militar es una mentira que ahora se alojó en su mente”, completó la mujer sobre la presunción gubernamental de una acción castrense inminente por parte de Estados Unidos.
“Uno anda como mendigando donde tenemos el derecho de tenerlo todo. Cuando Maduro dice que van a entregar bolsas de comida uno se siente como borrego”, dijo, a su vez, Morella Trillo.
“Yo no creo lo de la fulana intervención. ¿Por qué van a intervenir a Venezuela cuando el que no sirve es el presidente? Maduro no le soluciona nada a la gente”, agregó.
Muy cerca de allí, la joven Dreschlin Aldana expresaba su indignación por no conseguir los productos de la cesta básica tan necesarios en el hogar. “Tengo una hora haciendo cola y cuando llega mi turno ya no hay nada que llevar. ¡Esto es tremendo, aquí no hay futuro!”, reclamó, indicando que todos los días aguarda a ver si consigue algo para comer, y que a veces dura hasta tres semanas realizando esfuerzos estériles.
“No se consigue pasta, ni arroz, ni mantequilla, nada”, explicó Andrea Pérez, una representante de la tercera edad que esperaba que le expendieran crema dentífrica y lavaplatos, los artículos que estaban disponibles en el lugar.
“O me dedico a trabajar o a hacer cola”, espetó la ciudadana Evelyn Sabino, mientras rechazaba la tesis auspiciada por el Ejecutivo.
“La guerra la tiene el gobierno, no los empresarios. Yo no creo en la intervención militar norteamericana. Eso lo dice Maduro porque es ciego, sordo y bruto”, destacó.
Finalmente, una dama que se identificó como Mayerlin, a secas, apuntó que hacer cola era una humillación.
“Yo no he visto por ningún lado militares de otros partes”, enfatizó lapidariamente, al refutar el nuevo argumento del régimen para restringir aún más las garantías, en tanto es el cotidiano padecimiento lo que “conmociona” a los venezolanos.
Con Información de Nota de Prensa.
