Cada vez se hacen públicas más denuncias relacionadas a distintos tipos de abuso, incluyendo el sexual, a mujeres, niños, niñas y adolescentes. Los relatos no siempre son inmediatos, hay quienes han esperado años para tener la valentía de hacer su caso visible.
En una nueva emisión de Fabiola 360 con Fabiola Colmenarez, la psicólogo clínico y del desarrollo, Miren de Tejada, explicó por qué las personas a veces no se atreven a hacer denuncias al momento de ser abusadas y cuáles son las señales para reconocer a una víctima.
“Las historias de abuso están presentes en la sociedad desde hace mucho tiempo y se mantienen siempre de bajo perfil porque no identifican el acto como abuso, pudieran entenderlo como una situación normalizada hasta que llega un momento en que comprende que lo que le ha sucedido no es natural”, aseguró la doctora en psicología.
Hacer una denuncia de este tipo requiere de mucha valentía, firmeza y un poder de convicción en primer lugar a nivel interno y luego hacia los demás.
“En el caso de niñas y adolescentes lo primero que tienen que observar los padres y representantes son cambios importantes en su comportamiento, cuando se mantienen en estado de mucha tristeza, deja de hacer sus cosas habituales, incluso cuando te dicen que no los lleves hacia un sitio. La negación y sentimiento de rechazo hacia un lugar o persona es señal de que algo está ocurriendo”, explicó de Tejada.
Los contextos del abuso varían, inclusive puede ser en el hogar de parte de algún familiar o representante y en esos casos, según la doctora, la figura de la madre es esencial para darle voz activa a ese menor de edad y creer en lo que dice, aunque en muchos casos existe el peligro de que los padres hagan caso omiso.
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“En algunos casos hay ignorancia porque el maltratador puede ser por ejemplo el encargado del sostenimiento del hogar, la misma amenaza hacia otros integrantes, existe un conjunto de condiciones que hay que evaluar”, expresó.
Sobre la manera de identificar a un maltratador, la psicóloga indicó que no hay una definición de características específicas para ello, pero hay que tener en cuenta que cualquier persona que no sea estable psicológicamente puede cometer maltrato hacia los niños.
“En las situaciones de abuso hay una relación de poder asimétrica en donde el abusador es el que tiene el poder sobre quien está siendo abusado y ese poder es de muchísima naturaleza, mientras el niño es más pequeño el poder es mayor”, informó la experta en comunicación asertiva.
#Fabiola360 con @Faby_Colmenarez | Miren De Tejada, psicóloga clínica y del desarrollo: "Desde las primeras etapas se le puede hablar a los niños sobre las partes del cuerpo privadas y públicas". #14Oct
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— VPItv (@VPITV) October 14, 2021
La mejor manera de evitar que esto suceda es fortalecer a las personas desde la infancia, creando un sistema de protección importante en la etapa de desarrollo y esto se logra constituyendo un autoestima fuerte que ayude a que en el futuro ese ser tenga la capacidad de decir lo que acepta y lo que no.
“Una autoestima sana es esa persona que reconoce sus capacidades, sus propias limitaciones y que tiene poder en su voz para decir lo que quiere y lo que no quiere, mantiene una comunicación acertiva consigo misma y con los demás, se escucha a sí mismo”, dijo de Tejada.
A su juicio, los menores de edad tienen que ser criados por un adulto que cree una frontera física, hay espacios del cuerpo que son tan privados que no todos deben tener acceso a ellos, hay que enseñar a los niños a decir no a diferentes circunstancias es válido.
“A los niños con un lenguaje comprensivo se les puede ir hablando de cuáles son las partes privadas y cuáles son las partes públicas. Las partes íntimas solo se deben mostrar en determinados contextos, cuando estás en el baño, cuando vas a un examen médico, hay que educarlos para eso”, afirmó.
