Un gran monto de inversión requiere reestructurar la Embajada, la residencia del embajador y del consulado de Colombia en Venezuela, específicamente en la ciudad de Caracas, según informó la Cancillería colombiana.
Alrededor de 646 millones de pesos colombianos (135.000 dólares aproximadamente) sería el costo que han invertido el gobierno de Gustavo Petro en los trabajos de reconstrucción y adaptación. Y todavia faltarían otros detalles que arreglar para que funcionen todos los servicios, expresó el informe de la cancillería.
Ante el interés que ha generado en la sociedad colombo-venezolana y luego de los acuerdos entre Gustavo Petro y Nicolás Maduro, la cancillería colombiana designó al embajador Armando Benedetti para liderar la restructuración de las sedes diplomáticas y consulares en Venezuela.
La situación de las sedes es precaria, abandonadas totalmente desde la ruptura de relaciones entre ambas naciones hace seis años. Esto ocasionó que las estructuras de las embajadas sufrieran daños costosos que requieren grandes sumas de inversión para arreglarlas.
En este sentido, el propio Benedetti cuestionó el estado de las sedes admitiendo que habría hecho uso de hoteles por los problemas recurrentes de agua que no sólo afectan a la casa del embajador, sino al país completo.
“Me ha tocado pagar el hotel de mi bolsillo (…) Me voy a empezar a quedar en la casa del embajador después de dos meses porque el agua no subía. No me estoy quejando, pero no tengo las mismas condiciones de otro embajador de Colombia”, le dijo Benedetti al diario El Espectador.
Estos inconvenientes han llevado a retrasar la reapertura de las sedes diplomáticas, mostrando un poco al país hermano de Colombia, la gran realidad que cada día viven los venezolanos en los diferentes estados del país, donde el abandono a las instituciones y el daño en las estructuras son recurrentes desde hace muchos años en la nación.
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