Los tripulantes del avión retenido en el aeropuerto internacional de Ezeiza, en Buenos Aires, Argentina, tienen prohibición de salida de ese país por “tiempo indeterminado”, de acuerdo con las autoridades, mientras se desarrolla una investigación por presuntos lazos con el terrorismo.
Parte de la decisión del magistrado argentino Federico Villena, se basa en el hecho que el Boeing 747 Dreamliner retenido en la nación austral pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), y anteriormente fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air, ambas sancionadas por Estados Unidos.
Los tripulantes permanecen alojados en un hotel cercano al Ezeiza, y el nombre de uno de ellos, Gholamreza Ghasemi, “coincide” con el de un miembro de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, informó el ministro de Seguridad argentino, Aníbal Fernández.
La Guardia Revolucionaria Islámica de Irán es definida por Estados Unidos como organización terrorista. Pese a esto, el ministro argentino precisó que ninguno de los tripulantes contaba con alertas rojas o algún tipo de restricción de ingreso a Argentina.
La retención de la aeronave y los tripulantes ha sido condenada por el alcalde de Buenos Aires, el opositor Horacio Rodríguez Larreta, quien lo calificó, además, como “una vergüenza”, “una muestra más de la inoperancia del Gobierno. Una muestra más de lo que ha sido la contradicción de la política exterior”.
“Es inadmisible que haya aterrizado un avión con esa gente sin que las alarmas, sin que los mecanismos de seguridad hayan funcionado”, agregó el burgomaestre bonairense.
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