La Nunciatura Apostólica cerró su sede en Nicaragua este sábado, después que el Gobierno de Daniel Ortega planteara suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano la semana pasada, tras las declaraciones en las que el papa Francisco lo calificó como una “dictadura grosera”.
“La Nunciatura se cerró después de que el gobierno nicaragüense decidiera unilateralmente suspender las relaciones”, indicó la Embajada de Alemania en Nicaragua.
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Los embajadores de Alemania, Francia, Italia y una representante de la Unión Europea en Nicaragua, se despidieron del encargado de negocios del Vaticano en Managua, monseñor Marcel Diouf, “antes de su salida del país”.
Fuentes diplomáticas de Roma indicaron que la sede de la Nunciatura en Managua quedó bajo el resguardo del Gobierno de Italia a través de su embajada en la capital del país.
Mientras tanto, fuentes del Vaticano explicaron que Nicaragua había efectuado una petición para que todas las sedes diplomáticas respectivas fueran cerradas, aunque hasta ahora no haya una ruptura oficial de las relaciones diplomáticas.
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