Una comisión del Parlamento de Alemania ordenó el retiro de “privilegios oficiales” al ex jefe de Gobierno (canciller), Gerhard Schroeder, quien no ha roto sus vínculos con gigantes energéticos rusos tras la invasión a Ucrania.
El ex canciller de 78 años conservará protección policial y su pensión como funcionario retirado, pero perderá su derecho a varias oficinas en la sede legislativa y el presupuesto personal que le otorga el Estado y tiene un costo para los contribuyentes de 400.000 euros al año, unos 422.000 dólares.
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“Los grupos parlamentarios de la coalición han sacado las consecuencias del comportamiento del excanciller y lobista Gerhard Schroeder frente a la invasión rusa de Ucrania (…) La oficina del ex canciller debe ser suspendida”, detalló la Comisión Presupuestaria de la Cámara Baja (Bundestag) del Parlamento.
Schroeder es presidente del comité de accionistas de Nord Stream AG, el polémico gasoducto entre Rusia y Alemania que perdió su licencia para operar luego que el presidente ruso Vladimir Putin ordenara una invasión militar a Ucrania.
En semanas recientes el político alemán dio una entrevista a New York Times en la que aseguró que solo renunciaría a su participación en la empresa si Moscú dejaba de suministrar gas a su nación.