Tras el allanamiento al resort Mar-a-Lago en Palm Beach, propiedad del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, el Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) permanece alerta frente a las amenazas proferidas contra los agentes que realizaron el registro.
De acuerdo con un documento de inteligencia conjunto entre el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), las amenazas contra los efectivos provendrían de sitios web y redes sociales.
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“Al FBI y al DHS les gustaría asegurarse de que el personal de las fuerzas de seguridad, los tribunales y el Gobierno estén al tanto de la variedad de amenazas e incidentes violentos”, reza el oficio, citado por medios de comunicación estadounidenses.
Tanto el buró como como Departamento de Seguridad Nacional habrían identificado algunas “amenazas articuladas y llamados al asesinato selectivo de funcionarios judiciales, policiales y gubernamentales asociados al allanamiento”.
Además del anterior, las organizaciones afirmaron observar la presunta publicación de datos personales “de posibles objetivos de violencia, como domicilios e identificación de miembros de la familia, difundida online”.
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