El gobierno de EE. UU. expresó estar “preocupado profundamente” por una reunión que sostendría una funcionaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con una politica rusa que tiene sobre sí una orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI), identificada como María Lvova-Belova.
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La celebración del encuentro entre la representante especial del secretario general de la ONU para los niños y los conflictos armados, Virginia Gamba y Lvova-Belova, habría sido dada a conocer por esta última, acusada de, presuntamente, deportar menores ucranianos a Rusia.
“Nos preocupa profundamente que un alto diplomático de la ONU se haya reunido con una fugitiva sobre la que pesa una orden de detención de la CPI por cometer crímenes de guerra contra niños. Tal conducta socava nuestro compromiso común de proteger a los niños en las zonas de conflicto”, expresó Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado de EE. UU.
A juicio del funcionario estadounidense, “Rusia está deportando a la fuerza a niños de Ucrania” y “denegando a los padres y tutores legales el acceso a esos niños”, además de “intentar quitarles una parte de su identidad” a los menores mediante la supuesta entrega de pasaportes rusos a estos últimos.
“Los niños se encuentran entre los grupos más vulnerables y deben ser protegidos, especialmente en tiempos de guerra. Y seguimos pidiendo responsabilidades por los crímenes de guerra”, agregó Miller.
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