Durante el mes de febrero las calles de varios puntos del mundo se visten de color, fiesta y alegría en torno a la celebración del carnaval, donde millones de personas aprovechan para caracterizar mediante disfraces incontables representaciones y así disfrutar de desfiles, comparsas y algarabías.
Estas fiestas se realizan en numerosos países, que organizan diferentes actividades con la finalidad de ofrecer entretenimiento a la población, y fomentar el atractivo turístico; sin embargo, estas celebraciones se remontan a miles de años atrás, marcadas por su vinculación con lo espiritual.
Origen religioso
Durante la Edad Media, con la expansión del cristianismo, la Iglesia adoptó muchas festividades paganas, con algunos cambios adaptados a sus creencias, en contraposición de las tradiciones más antiguas, que prácticamente acabaron desapareciendo.
El carnaval solo se festeja en los países de mayoría católica, al ser una festividad unida a la cuaresma, el periodo de 40 días desde el miércoles de ceniza hasta la víspera del domingo de resurrección, y en preparación de la Semana Santa y la Pascua.
En aquel entonces, durante las fechas los creyentes debían dedicarse plenamente a cultivar su espiritualidad, en el que no podían consumir carne, al ser considerado un exceso, de ahí el nombre: la palabra carnaval que procede del latín carnem levare, que significa “quitar la carne”.
Bajo este contexto, la iglesia permitía días antes de la cuaresma una celebración donde todo estuviese permitido cubriendo su rostro con máscaras y su cuerpo con disfraces.
Celebración global
Entre las celebraciones más emblemáticas de estas fiestas tenemos las de Brasil, especialmente las de Río de Janeiro, que reúne a millones de brasileños y turistas en sus calles.
Reconocidas mundialmente como las de mayor producción, su preparación y montaje se realizan con casi un año de antelación, con un majestuoso desfile de escuelas de samba en el Sambódromo, acompañado de carrozas gigantescas.
Por otro lado, en Europa países como España, Portugal, Francia e Italia también se celebra, siendo este último muy reconocido por sus carnavales en Venecia, una referencia cultural a escala internacional.
¿Cómo lo viven los venezolanos?
En Venezuela, estas celebraciones comienzan con el ‘Grito de Carnaval’ días antes, anunciando lo que será la celebración durante cuatro días, desde el fin de semana hasta el martes de la semana siguiente.
En este caso, esta tradición está dirigida especialmente a los niños, que se disfrazan de sus personajes favoritos y se congregan juntos a otros niños en las calles de las distintas ciudades del país para admirar las carrozas y recoger dulces y caramelos.
Las familias venezolanas también aprovechan las fechas para compartir con su más allegados, ya que esos días se consideran de descanso y disfrute, con poca actividad laboral.
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