En esta nueva emisión de Rostros de la Crisis por VPItv, conocimos la historia de Mairim Vargas, una mujer margariteña de 49 años diagnosticada con cáncer de seno avanzado que se ha convertido en un símbolo de fe y fortaleza en medio de la crisis médica en Venezuela.
A pesar de que los especialistas estimaban seis meses de tratamiento, la falta de recursos y la insuficiencia del sistema público han prolongado su lucha contra la enfermedad. “He estado cinco meses de tratamiento de quimioterapia por la falta de medicamento”, alguno de los que necesita cuenta alrededor de 1.500 dólares. “Tuve que usar medicamentos vencidos”, explicó Vargas.
Mairim Vargas ha tenido que enfrentar numerosos obstáculos en su camino, incluyendo la venta de su casa para financiar su tratamiento. “Lo más increíble es que nosotros los pacientes compremos nuestros sueros, goteros y demás insumo, se han muerto muchos de nuestros compañeros”, aseguró.
A pesar de las adversidades, Vargas mantiene una actitud positiva y se siente respaldada por el equipo oncológico. “Yo me he retrasado por los medicamentos y porque no he podido subir de peso, necesito subir para poder soportar una cirugía (…) hay pacientes que van sin desayunarse”, sin embargo, aseguró que todos “está muy unido” y ha sido la clave para que puedan aguantar tanto tiempo esta difícil situación.
El apoyo más conmovedor para Vargas viene de su pequeño hijo de nueve años, quien, al enterarse de su diagnóstico, “no dudo en pedirme una bolsa para meter unas parchitas y salir a la calle a gritar que vendía parchita para apoyar a su mamá”, asegurando que ese momento le marcó su vida.
A pesar de su situación, el deseo más profundo de Vargas es que Dios ayude a la humanidad para ser más solidarios. “Me han llamado la mujer con los ovarios cuadrados, si te digo con sinceridad yo me siento bien”, indicó.
