La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) exigió a las autoridades de Trinidad y Tobago, al igual que a la administración de Nicolás Maduro, el respeto a los derechos humanos «sin discriminación de ningún tipo» de los migrantes venezolanos, tras el naufragio en el que murieron 20 personas.
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A través de un comunicado, la organización religiosa también indicó que las autoridades de ambos países «están obligadas» a cumplir con los deberes de prevención, investigación, sanción a los responsables, reparación integral de las violaciones a los derechos humanos y no discriminación.
Asimismo, lamentaron la pérdida de las 20 personas, en el suceso conocido como «Naufragio en Güiria». Calificaron los hechos como «particularmente graves y dolorosos».
El comunicado también fue suscrito por la Red Clamor Venezuela y la Comisión de Justicia y Paz (ésta última instancia dependiente de la CEV).
